Sermón # 1743

Miércoles 9 de Septiembre del 2020

Por Rev. Carlos Navarro – Pastor

 

Título: “Las Promesas de Dios”

Texto:  Efesios 2:4-10

 

Estudio #219

PROMESA:  Es la expresión de la Voluntad de Dios, que se impone así mismo a cumplir algo; es un ofrecimiento solemne a favor de Su Pueblo.  Aunque en el Hebreo nunca aparece la palabra PROMESA o PROMETER, porque una Palabra pronunciada por Dios tiene el valor suficiente para ser tomada como promesa.  La Palabra de Dios, una vez pronunciada tiene valor y tiene efecto.

 

     Es el acto y la expresión en la cual Dios asegura que va a hacer algo y que va a cumplir lo que ha prometido.

     Son aproximadamente 7 mil las Promesas de Dios que encontramos a través de toda la Biblia, las encontramos en ambos Testamentos y las encontramos en diferentes épocas.

     Iniciaremos un estudio que nos llevará años para terminarlo, seguro que vamos a aprender y a conocer mucho más a Dios y Su Plan Maravilloso que tiene para nuestras vidas.

 

     Enumeraré una lista pequeña del tipo de promesas que Dios tiene para todos aquellos que las quieran heredar:

 

Ø Promesa de Salvación

Ø Promesa de Sanidad del Cuerpo

Ø Promesa de Protección

Ø Promesa de Vida Eterna

Ø Promesa de Perdón de Pecados

Ø Promesa de Prosperidad

Ø Promesa de El Espíritu Santo

Ø Promesa de Un Nuevo Nombre

Ø Promesa de Victoria

Y muchas pero muchas más.

 

1.- Promesa de Salvación:                        Efesios 2:4-5

 

Ø Somos salvos por Cristo, por la Fe que depositamos en él

Ø Somos salvos por la Gracia de Dios más nada y menos nada

Ø Somos salvos por el grande amor que nos tuvo

Ø Fuimos salvos cuando lo confesamos

Ø Somos salvos y si él viniera hoy, nos vamos con él

Ø Seremos salvos y nada ni nadie nos puede arrebatar de Su Mano.

Ø No hicimos ningún mérito para lograrlo

Ø No hicimos ninguna buena obra para merecerlo

Ø Somos salvos por los méritos de Cristo

Ø Somos salvos para hacer buenas obras

Ø Tito 3:4-8

 

2.- Promesa de Fortaleza Espiritual:    Efesios 3:14-16

 

Ø El entorno sano del cristiano es tan necesario, como el gimnasio lo es para el atleta que quiere fortalecer o tonificar su cuerpo.

Ø Así como hay tantas pesas y para cada parte del cuerpo

Ø Lo mismo en el cristianismo hay ciertas prácticas que no podemos negligir o descuidar; si lo hacemos no estaremos fuertes para cuando vengan las pruebas.

Ø La lectura de la Biblia

Ø La oración

Ø Su testimonio público

Ø Congregarse

Ø Compañerismo entre creyentes

Ø Cualquiera que descuida una es estas áreas es más propenso a caer

Ø No podemos escoger una e ignorar la otra, tiene que ser un plan integral para buscar uniformidad en nuestra relación con Dios.