Rescate 911

Texto: Proverbios 24:11-12

Introducción:

     Este sermón los prediqué el 27 de Agosto del 2000 y lo prediqué motivado en un grupo de rescatistas que hicieron todo lo humanamente posible por rescatar a uno grupo de marinos rusos que estaban en peligro en un submarino.

 

     Con el pasar del tiempo observé el comportamiento de esos maravillosos seres humanos llamados rescatistas en diferentes ocasiones, tales como:

 

• El Rescate a los 33 Mineros Chilenos
• Terremoto en Perú
• Sunami en Indonesia
• Y ahora en el edificio colapsado en Miami

 

      Concluyo y aprendo que, la vocación de los resatistas está por encima del tiempo, costo y esfuerzo que que pueda utilizarse para salvar.

     La Iglesia está en la posición de Salvar al perdido sin importar el costo, Win the lost at any cost!

     Nada debe ser más importante para la Iglesia que ganar a los perdidos y llevarlos a Jesús.  Nada ni nadie puede estar al lado o por encima de Cristo y sus intereses. 

     Sorprendente ver el esfuerzo, los recursos, la estrategia y lo mejor de la tecnología para poner a salvo quien está en Peligro. Puede ser en incendios, accidentes, lluvias torrenciales, terremotos etc.

 

1.- Somos Rescatistas de Almas:      Proverbios 14:25

• En todo tiempo y en todo lugar
• Sin medir el costo o el peligro que se pueda estar
• Nunca debemos olvidar que el objetivo es la persona que está en peligro y no nosotros.
• Para eso hemos sido escogidos y capacitados
• No tenemos otra cosa más que hacer y esa es evangelizar al mundo perdido.

 

2.- No esperemos ser Aplaudidos:             Lucas 17:10

• No esperemos ser reconocidos
• No esperemos ser premiados
• No esperemos ser promovidos
• No esperemos ser condecorados
• De eso, Dios y el tiempo se encargará
• Mateo 25:23

 

3.- Es fiel a su Organización:         2a. Corintios 1:8-12

• Regresa a casa con rasguños, heridas, sucio y quizá con su uniforme roto.
• Representa dignamente a la organización que lo contrató
• Es solidario y ecuánime con sus compañeros
• Llegará cansado a su casa, pero muy satisfecho de haber hecho lo que su organización le asignó.

Quizá en su casa no lo entendien, no llegará con ganas de jugar con sus hijos o compartir con su familia, pero en su corazón hay satisfacción por haber hecho lo que hizo.