Sermón # 563
Domingo 13 de Junio del 2010 – pm.
Por
Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título:
“La
alegría de una Iglesia”
Texto: 2a. Juan 1-4
Introducción:
Cuando los valores cristianos están en el lugar que deben de ir,
hace que una Iglesia pequeña
ó grande empiece a experimentar y recibir las bendiciones de Dios en la vida de cada uno
de sus miembros; eso causa una
alegría tremenda.
Es más fácil y agradable trabajar con alegría, se consiguen muchas cosas más cuando
en verdad somos felices en el servicio del Señor, no imporntandonos en qué lugar ó en qué departamento ó ministerio estemos; entendemos que todo lo que hacemos
es para El Señor y es por
eso que todo
lo hacemos con el mayor gusto y agradabilidad
posible.
La alegría de una Iglesia no debe de ser por:
Ø El edificio
que posee
Ø La cantidad
de finanzas que administra
Ø Su renombre
o prestigio
Ø Por los personajes que allí se congregan Miami – México
La verdadera alegría que puede
experimentar una Iglesia es cuando
ministra con el fin de alcanzar
no solamente sus metas trazadas sino que se compenetra
en hacer la Voluntad de
Dios y poder ser así una digna representante
del Reino de Dios aquí en
la tierra.
En el sermó de ésta noche vamos
a ver algunas de la prácticas eclesiásticas que pueden traer
a nuestra Iglesia una verdadera y genuina alegría, de las cual podamos
sentirnos orgullosos todos los que la componemos.
1.- La alegría de una Iglesia se refleja al ver las almas salvarse: Lucas 15:7
·
La conversión de las almas perdidas ha de ser la causa más grande de
alegría en nuestra congregación.
·
Hemos arrancado de las manos del enemigo a una persona que ahora es
libre, que tiene vida Eterna y que se puede convertir en un gran potencial para
servir.
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Que los esfuerzos evangelisticos
de la Iglesia estan dando resultado
·
Que lo que se ha hecho
no es en vano ó infructuoso
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Hechos 11:23; 15:3
2.- La alegría de una Iglesia se refleja al ver la evolución y
desarrollo de los creyentes: 2a. Juan 4
·
No hay cosa más alegre
que ver crecer
a nuestros hijos
·
Verlos con sus ocurrencias
y genialidades
·
Ver a nuestros hijos dar sus primeros
pasos es motivo de alegría y orgullo
·
Es también
una señal de que es un niño
ó una niña alegre
·
Ver a aquellos hermanos que llegaron a nuestra Iglesia y ahora son los
más fieles servidores que hay.
3.- La alegría de una Iglesia se refleja en el deseo de servir en sus
miembros: Esdras 3:12-13
·
La voluntad
de cada uno de nosotros nos mueve
a hacer las cosas
·
Esa voluntad es contagiosa; otros podrían unirse al grupo al vernos a nosotros trabajar y hacerlo con alegría.
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Este debe ser el distintivo de nuestra Iglesia, no dejar de ganar almas,
seguir desarrollando a los nuevos creyentes y enlistar la mayor cantidad
posible de hermanos a los ministerios. NO PUEDE QUEDARSE NADIE SIN
HACER NADA!
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Hechos 2:46