Sermón # 659
Miércoles 13 de Abril
del 2011
Por
Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título:
“El
Salmo 54”
Texto: Salmo 54:1-7
Introducción:
Una de las más grandes fallas
de nosotros los cristianos, es que cuando necesitamos ayuda, dejamos a Dios
como último en la lista de nuestras posibilidades para librarnos de algún
problema que podamos estar teniendo.
Dejar a Dios como
último recurso es jugar con fuego
ó como otros dicen, jugar a la ruleta rusa, puesto
que mientras más nos tardemos
en entregar nuestro problema a la UNICA persona competente
en nuestras vidas, es postergar la solución del problema ó lo que sucede en otros
casos; que todo llegue a complicarse
de tal manera todo se reduzca a no salir adelante en nuestra situación.
El Escritor de éste Salmo, el
rey David, nos está dando la llave para que prontamente nosotros podamos salir
del atolladero en que nos podramos encontrar.
Al
leer el Salmo, no podemos calificar a David de:
-
Oportunista
-
Atrevido
-
Entrometido
-
Irresponsable
-
Cobarde
-
Etc.
No lo podemos considerar de
la forma que lo hemos descrito, sino que todo por el contrario, en Sabio; pues David conocía tan
íntimamente a Dios que no estaba en ningún momento dispuesto a peder ni un
minuto ante la situación que experimentaba.
1.-
Oh Dios, sálvame… y con TU poder defiéndeme:
Salmo 54:1
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Dios es la primera persona a quien nosotros tenemos que invocar en el momento de una situación apremiante.
·
Nuestra
mente no puede ni siquiera tiene
que pensar en alternativas
·
No intente salvarse usted mismo
·
No intente usar su propio poder… Dios tiene más que usted y que todos los
que aparentemente le puedan ayudar.
·
Isaías 30:1-3; 31:1-3; Jeremías 17:5
·
Estos
son textos que muchos de nosotros los hemos leído en más de alguna vez,
pero no les damos mucho crédito.
2.-
Oh Dios, oye mi oración: Salmo 54:2-4
·
Dios conoce perfectamente quiénes somos los que hablamos
con El
·
Dios conoce perfectamente porqué lo buscamos
·
Dios conoce quiénes somos los que le buscamos, solamente cuando estamos en aprietos.
·
Dios conoce quién somos los que siempre le buscamos y aunque no necesitemos nada de El. La Oración es la más poderosa
arma que nosotros tenemos!
·
Nahum 1:7
Señor, no pasará un día en mi vida que no oigas mi voz!
3.-
Voluntariamente sacrificaré a tí: Salmo 54:6-7
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No permita nunca en su vida que alguien se acerque a usted para recordarle
lo que Dios ha hecho en usted.
·
No permita nunca que alguien
lo olbigue buscar a Dios
·
Venga
a la casa de Dios Voluntariamente
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Venga
a los pies Voluntariamente
·
Venga
a la presencia de Dios Voluntariamente