Sermón # 648
Miércoles 2 de Marzo
del 2011
Por
Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título:
“El
Salmo 51”
Texto: Salmo 51:1-9
Introducción:
Este es El Salmo que David
hubiera querido que nunca se escribiese; y no es por ocultar lo que le había
sucedido, sino porque reconoce que no estaba en sus 5 sentidos cuando se
presentó en su vida uno de los capítulos más vergonzosos que tuviera que
enfrentar.
David
y el triplete de pecados:
-
Adulterio
-
Traición - Mentira
-
Homicidio
Se imagina usted la carga que
tenía que llevar sobre su corazón, el hombre que era el predilecto de Dios en
ese momento? Se imagina
usted lo miserable que pudo haberse sentido
aquel gran hombre en el cual
Dios había depositado TODA su confianza para
ser el emblemático rey de Israel, para llevar y conducir a Su Nación a lo más alto, como no lo había hecho nadie y como
nadie lo ha podido hacer después de él?
2 Samuel 11
Pero, llega el momento de
reconocer lo grave de su pecado y se presenta ante Dios para pedirle el perdón,
a pedirle la absolución, a pedirle que lo limpie de su maldad; no era un mero
resentimiento para volver a hacerlo de nuevo.
Era un genuino arrepentimiento.
David reconoció su pecado hasta que fué confrontado
por un enviado por Dios llamado Natán, quien expuso
detalle por detalle de todo lo que había cometido,
nadie sabe a ciencia cierta si David hubiera actuado de igual manera si esto
no se hubiera dado; pero conociendo al rey es muy
probable que sí.
1.-
Ten piedad de mí, oh Dios:
Salmo 51:1
·
David no ante-pone a Dios todo lo que ha hecho por Dios y por Israel
·
David no hace
una lista de todas sus conquistas
·
David simplemente
reconoce su pecado y le pide a Dios que le tenga piedad
·
David sabía que Dios era capáz de borrar su pecado,
pero no su consecuencias
·
Dios pone a cero la cuenta de David, pero no así los sufrimientos que tenían que
venir por su pecado. Borra mi Record!
2.-
Lávame más y más… límpiame: Salmo 51:2
·
Este pensamiento persiguió a David siempre, sabía que Dios lo había
perdonado, pero él mismo no se había perdonado de haber hecho todo lo que hizo.
·
Lávame
más y más… hasta que desaparezca la mancha
·
El Ejemplo de las lavadoras en los ríos, cuando golpean la ropa!
·
Esta
expresión nos demuestra además que nadie podrá
a nosotros limpiarnos de nuestra maldad ó pecado, sino Dios a través de Cristo.
3.-
Porque yo reconozco mis rebeliones: Salmo 51:3
·
El reconocer
nuestras faltas es el principio de ablandar el corazón de Dios para que nos brinde
su perdón.
·
Esto
convierte a David en HOMBRE de verdad
·
No se esconde,
no evade, no se excusa; simplemente
reconoce todo tipo de imputaciones que se le hacen. A TODAS SE DECLARA CULPABLE!
4.-
Purifícame, Lávame, hazme oír gozo, vuélveme el gozo etc. Salmo
51: 4-12
·
En éstos versículos existe una lista de cosas
tan preciosas que David sabía que había
perdido.
·
Purificación –
Limpieza – Gozo – Alegría – Relación con Dios – Un corazón limpio – La fuerza
del Espíritu de Dios – El gozo de ser salvo y la nobleza.
·
Todo ésto lo había perdido por un momento de locura, por un momento de
insensatéz.
·
Nadie
pero nadie podrá ser felíz
viviendo en el pecado.