Sermón # 588
Miércoles 1 de Septiembre
del 2010
Por
Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título:
“El
Salmo 32”
Texto: Salmo 32:1-6
Introducción:
Este Salmo es conocido como
un salmo penitencial; la expresión de alguien que se ha confesado con Dios y ha
saboreado lo que es ser perdonado. Los
historiadores dicen que entre el Salmo 32 y el 51 que existen muchas
similitudes, forman parte entre los salmos favoritos de Lutero.
Yo sin saber todo
ésto de lo que ahora les comparto, adopté a éste Salmo
como el que yo leo todos
los días que celebro mi aniversario de creyente; lo hé leído en los 28 años que tengo de cristiano
y cada vez que lo leo me doy
cuenta que Dios ha sido quien me ha dado esa paz interna
por haber perdonado todos mis pecados.
En este salmo encontramos un
proceso para alcanzar el favor y perdón de Dios:
-
Todos tenemos
que reconocer nuestras faltas
-
Todos tenemos
que reconocer nuestra inclinación por hacer las
cosas malas
-
Todos vivimos
separados de Dios por el pecado que cometemos
-
Todos podemos
obtener el perdón de Dios
sin excepción
-
Todos podemos mostrar a otros que Dios está siempre
dispuesto a perdonar.
El Salmo inicia con una
expresión calificando a cualquier persona que obtiene el perdón de Dios como
BIENAVENTURADO!
Dichoso –
Doblemente Felíz – Afortunado –
Bendecido – Privilegiado
1.- Transgresión perdonada … Cubierto su pecado:
Salmo 32:1-2
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Rebelión perdonada, violación
perdonada, falta perdonada
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Nos
pasamos de la raya y transgredimos
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Iniquidad
= Maldad = AVON… palabra en
Hebreo.
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Existe solamente una
autoridad para hacer eso y es
Dios
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Cuando el pecado se cubre,
nadie lo puede ver
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Está
cubierto, estan borrados con la sangre de Cristo
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Este
acto hace que al hombre no se le impute de ningún
pecado
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Dios
no le culpa – no aparece culpable ante Dios – ya no hay castigo
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El
hombre perdonado aparece justo ante los ojos de Dios.
2.- Mientras callé, mientras
oculté: Salmo 32:3-4
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Eso
es exactamente lo que quiere el enemigo
que nosotros hagamos…que nos
mantengamos callados.
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Sabe
que si confesamos
nuestros pecados, Dios nos perdonará y no viviremos en rebeldía con El.
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El enemigo quiere que vivamos enemistados con Dios para no obtener lo que
el no puede ni nunca podrá tener.
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El no confesar
nuestros pecados trae consigo repercusiones
de enfermedades físicas y emocionales. Proverbios 28:13
3.-
Mi pecado te declare: Salmo 32:5-6
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En el instante
que se confiesa el pecado… Dios interviene y lo perdona
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1 Juan 1:9
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Confesar
es decir con nuestras propias bocas el error que hemos cometido, la falta que hemos
cometido y pedir perdón.
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Se gana más confesando un pecado que ocultándolo
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Hoy es el día de confesar nuestras faltas ante Dios.