Sermón # 563
Miércoles 16 de Junio del 2010
Por Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título: “El Salmo 25”
Texto: Salmo 25:1-7
Introducción:
Este Salmo contiene el más
grande anhelo y deseo de David de demostrarle a Dios que quiere vivir toda su
vida en una total dependencia de El. Además, David demuestra que quiere confiar
en Dios y solamente en Dios,que
no pondría su confianza en nada ni en nadie, que ni siquiera en el mismo estaba dispuesto a
confiar, sino que solamente en Jehová; porque su conciencia así se lo dictaba.
En éste Salmo, el rey David ha
descubierto perfectamente a sus enemigos, quiénes son, qué es lo que quieren de
él, qué es lo que pueden hacer con él y que sucedería si ellos llegaran a
dominarle.
Los enemigos del hombre no necesariamente
tienen que ser personas, sino tambien que pueden ser
situaciones ó debilidades tales como:
Ø El dinero
– No saberlo usar
Ø El éxito
– No saberlo manejar
Ø El Prestigio ó la fama – No saberlos asimilar
Ø El sexo opuesto – No saber poner fronteras o un hasta aquí!
Es precisamente por eso que
David le pide a Dios que le guíe, que quiere depender de El solamente, que no
quiere caer en las garras del dinero y lo destruya ó del éxito como rey en
todas sus batallas que lo conviertan en un engreído y soberbio ó en la fama
internacional como el rey de la potencia mundial y pierda el piso ó que una
mujer lo domine, lo controle y lo manipule para dejar de hacer lo que ahora
hace para el Rey de reyes.
1.-
A tí, oh Jehová levantaré mi alma: Salmo 25:1
·
Lo más valioso del hombre es el alma, a eso vino Cristo, a salvar nuestras
almas
·
Esta es una disposición de poner al control de Dios esa parte de nuestra
vida, en la cual radican aquellas acciones que nos hacen buscar de Dios.
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Alguien dijo que un cuerpo sin alma es como poseer una cabeza sin cerebro,
es prácticamente vacío.
2.-
Dios mío, en tí confío: Salmo 25:2
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Era tan feroz la batalla que David estaba librando, que no pensó en confiar
en su ejército, en su guardia personal, en sus habilidades ó en su arsenal sino
que en Dios.
·
La fé es lo que nos une a Dios, es el lazo que
ata al bote al muelle, es la cuerda que sostiene al malabarista, es el escudo
del guerrero,etc.
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Perder la Fé en Dios es definitivamente perderlo TODO.
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Que no haya nada que nos haga perder nuestra Fé en Dios. Conservar y preserver nuestra Fé en El, es
hacernos acreedores de lo que dice el siguiente versículo.
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Salmo 25:12-15
3.-
Guarda mi alma y líbrame:
Salmo 25:20
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Esta expresión tiene una similitude con El Padre Nuestro – Mateo 6:13
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No permitas que un mal que venga en mi vida sea usado como motivo de burla
de mis enemigos
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Líbrame de que mi vida sea un ridículo, no me permitas hacer cosas que
afeen el evangelio. NO me dejes a expensas
de mi voluntad y cometa pecados que desprestigien el cristianismo.
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Intregridad – Rectitud – ME GUARDEN -
Salmo 25:21
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No quiero ser al hazme reír, no quiero servir de bufón o payaso para nadie.
·
Mi vida no va a ser un motive de que alguien se burle de Dios, de Cristo,
del Evangelio, de la Iglesia y del cristianismo entero.