“El Precio de la libertad”
Para ser publicado el domingo 28 de enero del 2001
Por Rev. Carlos Navarro
Eran seis los que
se fugaron de una prisión de el estado de Texas y fueron semanas las que
tuvieron que pasar para ubicarles y detenerles, fué necesario utilizar una
impresionante mobilización de las fuerzas de seguridad y de inteligencia en
diferentes estados para poder recapturarles.
Uno de los seis no tuvo la dicha de que llegaran a tiempo de detenerle y
su impaciencia le cobró la vida, las mismas presiones y acoso de la policía que
cada día se acercaban más, le obligaron a tomar la decisión de quitarse la
vida; entonces, porqué y para qué quizo escapar de la cárcel?
Vivir la vida no
significa a vivir libre o privado de libertad, existimos muchísimas personas
que ahora mismo vivimos presos sin necesidad de estar en una prisión, o estar
en bartolina, y seguimos siendo presos de pasiones, vanidades, orgullo,
rencores, vicios, lujuria, deseos de venganza y odio, que a mi parecer es peor
que estar detrás de las rejas y encerrado para siempre y contremplar nada más
que cuatro frías paredes y barrotes mohosos .
Es verdaderamente
un arte el saber vivir, y no solamente existir, se sobre entiende que todo arte
tiene sus propias reglas por las cuales se rige, y se le llama artista a
aquella persona que hacer concordar sus acciones u obras con las reglas del
arte que practica. Ninguna persona puede
desarrollar algún arte si su vida y sus obras se encuentran alejadas de
aquellas reglas que rigen la disciplina.
Dios me há dado
grandes lecciones en la vida, y las experiencias más memorables las hé vivido
con personas que han experimentado el haber sido privados de su libertad. Tuve la oportunidad de iniciar unas clases
Bíblicas a finales de los 80's, visitaba todos los martes la prisión de San
Quintín, en San Rafael California en donde conocí a personas de diferentes
partes del mundo pero la misma prisión no les era motivo de no vivir una vida con significado, y ahora
viviendo aquí en Brownsville, también Dios me há dado el honor de visitar la
prisión del C.E.R.E.S.O II, en la ciudad de Santa Adelaida, en las afueras de
Matamoros, en donde por ya más de cinco años comparto con los internos el
mensaje transformador del evangelio, claro que al principio cuando comencé
visitándoles llegué a creer que mi visita serviría de estímulo a ellos, y ahora
que el tiempo corre, me doy cuenta que soy yo el que salgo más estimulado y
motivado, en pocas palabras, yo creía que llegaba a enseñarles, y ahora
entiendo que son ellos los que me enseñan, pues es impresionante ver a un buen
grupo de varones y unas cuantas damas que con una fé gigante enfrentan la
adeversidad. Vá para ellos todo mi
afecto, respeto y admiración. Es obvio
que no es lo mejor el estar detenidos y que todos ellos desearan estar con sus
seres queridos, especialmente es esas fechas de cumpleaños, de navidad, de fin
de año, pero lo que quiero explicar es que ni la cárcel, ni el frío el calor,
la comida y el ambiente les há privado de vivir al máximo como a muchos que no
estamos detrás de las rejas pero sí detrás nuestros propios hábitos que nos
están destruyendo.
El miércoles de la
semana pasada en el Reclusorio Sur de la ciudad de México se vivieron momentos
tensos que luego se tornaron en momentos de alegría desbordada, cinco de los
seis reos acusados del asesinato del conductor de televisión Paco Stanley
fueron absueltos de todos los cargos que se les imputaban. Familiares, amigos y ellos mismos no podían
ocultar el gozo de saber que estarían de vuelta en libertad, a estar con sus
seres queridos y que se llegarían a reincorporar a la sociedad, en hora buena
por ellos y por los suyos. Según se
narra que algunos de ellos se volvieron muy religiosos adentro del penal, que
leían su Biblia, que hacían oraciones y que esperaban que la justicia de Divina
se hiciese valer por encima de la justicia del hombre; parece ser que hay
muchos que necesitan a llegar a situaciones de apremio, de verguenza o de
adversidad cuando buscan a Dios, a Dios no se le busca cuando estamos en la
cárcel, en el cuidado intensivo de un hospital o en momentos de crísis, sino
que a El se le busca siempre, y mejor fuera buscarle antes que tengamos
que pagar “EL PRECIO DE LA LIBERTAD”.
Muchas
Bendiciones!!!
El Rev. Carlos Navarro es el Pastor de
La Iglesia Bautista West Brownsville
Tel. 546-3607
E-mail - ibwbcn@aol.com