Título: “Dónde
estuviera hoy sin Cristo?” Parte 1
Introducción:
No me tomó mucho tiempo como creyente,
para entender que la vida nueva que obtuve al recibir a Cristo era muchísimo
mejor que la que llevaba, no hubo necesidad de que Dios me llenara de
bendiciones inmediatamente para valorar lo que El estaba haciendo en mi
vida. Fué con poco que recapacité aunque
fué mucho más lo que me dió sin merecerlo.
Aunque deje de ser pastor, o nunca hubiera
sido pastor, no regreso al mundo por nada ni para nada. Nadie me ha tratado tan bien y mejor que como
lo ha hecho Cristo, regresar a ser quien fuí, lo consideraría como una
verdadera estupidéz.
Si
usted en la vida que ahora llevamos hay algo que no le satisface, déme decirle…
Si Cristo no le satisface NO LO HARA NADIE.
Rubém Darío, poeta nicaraguense dijo éstas palabras:
“No hay suficiente oro en el mundo
entero para enriquecer a un descontento”
En el texto que acabamos de dar lectura, nos damos
cuenta que Cristo no nos obliga quedarnos al lado de El, mucho menos nos obliga
a seguirle, Cristo nos dá la oportunidad de decidir de quedarnos, seguirle y
probar por otros lados de ver si hubiera algo o alguien que pueda llenarnos, ya
que El no pudo hacerlo.
Vamos a ver la vida de algunos a los
cuales Cristo bendijo y transformó, también nos haremos la pregunta…qué fuera
de la vida de ellos sin Cristo, y qué fuera de nuestra vida sin El.
1.-
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38
años paralítico
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Esperando que otros hicieran algo por él
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Dependiendo de la bondad de otros
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Rodeado de toda clase de enfermos
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Aislado
por la sociedad
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Llenos
de desventajas
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Nadie le brindaba la mano…
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Pero llega Cristo a su vida… y las cosas
ya no fueron igual.
2.-
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Mendigando toda su vida
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Expuesto a tragar el polvo que
levantaban los transeúntes
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Siempre fué una carga
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Con las esperanzas en la bondad de la
gente
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Limitado a hacer muchas cosas en la
vida.
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Los que iban con Jesús le reprendían
para que no molestara a Cristo
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Nadie tenía interés en su estado…. JESUCRISTO SI!
·
Pero llega Cristo a su vida… y las cosas ya no fueron igual.
3.-
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No habrían visto jamás a su familia
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No les quedaba otra cosa que morir en
el total abandono
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Nunca poder estar en centros públicos
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Jamás poder entrar en una sinagoga (
Iglesia )
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No sabrían lo que es gozar de una
amistad
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Ver poco a poco que su piel y su carne
se desprende de su cuerpo, sin poder hacer nada.
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Pero llega Cristo a sus vidas… y las cosas ya
no fueron igual.
Acepte a Cristo Hoy!