Sermón #1691
Domingo 3 de Mayo del 2020 – pm.
Por Rev. Carlos Navarro – Pastor
Título: “Saldremos más…”
Texto: Salmos 137:1-6
Introducción:
El que está
en Cristo tiene garantías de parte de Dios que saldremos de la prueba que sea,
así lo vemos nosotros en El Salmo 34:19.
Esto
está y queda claro, no hay duda alguno de que así será; nuestro problema más
grande no es solamente saber cuándo y cómo
saldremos, de lo que nos deberíamos de preocupar y ocupar es en saber
para qué saldremos. Tenemos que salir más Agradecidos – Comprometidos – Entregados – Convencidos y
Seguros de
que Dios es un Gran Dios y que merece todo de nosotros.
Qué personas que usted conoce se
alegrarían de alguna desgracia en su vida y de su tristeza? Qué personas que usted conoce se sintieran
sumamente felíces porque a usted le llegue un infortunio?
Bueno, cosas como éstas, sentimientos
como éstos estaba viviendo el pueblo de Israel en los tiempo de su cautiverio
en Babilonia. No eran humillados
solamente por sus captores, sino que también por parientes cercanos como lo
eran los Edomitas. Los Edomitas eran los
descendientes de Esaú, hermano de Jacob.
Fueron los descendientes de aquel que vendió su primogenitura por un
plato de lentejas.
Los Edomitas no solamente permitieron,
sino que facilitaron a los caldeos a que pudieran entrar y sitiar hasta
incendiar Jerusalén. Tuvieron en sus
manos la oportunidad de defender al pueblo de Israel y no lo hicieron. Dios no podía permitir que un pueblo como
ellos pudieran prevalecer… y también les sucedió que fueron herederos de las
maldiciones de Dios, pues Dios había dicho que El bendeciría a los que
bendijeran al pueblo de Israel, y que llegaría a maldecir a quienes lo
maldijeran. Ezequiel 25:13-14 – Joel 3:19
Todo este escenario debe de apreciarse
para entender no solamente el desolamiento que vivían los judíos, el pueblo de
Dios en tierras caldeas, sino que también humillaciones, burlas, castigos y
opresiones.
Nosotros acabamos de salir de una larga
cuarentena, no tan grave, extensa o estricta como la han vivido en otros países
pero para muchos fue una gran prueba.
1.- Acordándonos de Sión: Salmo 137:1
●
Recordemonos de los estudios
anteriores, que Sión era la capital religiosa, el centro de adoración y el
sitio más importante para los judíos.
●
Allí se encuentra el Templo,
allí estuvo el Arca del Pacto
●
Lo que ahora podría ser para
nosotros los cristianos, nuestra Iglesia Local, lugar que Dios ha escogido para
nosotros para que le podamos adorar y servir.
●
Ellos en el cautiverio, se
recordaban de aquellos momentos lindos que vivieron
●
Se han de haber recordado de
todas las veces que por años siempre visitaron con sus familiares a celebrar
las fiestas que Dios les había dicho que celebraran.
● Si algún día nos separamos…
sería usted capáz de recordarnos? De
recordar todo lo que aquí vivió… sus fiestas… sus logros, etc.
●
El gran afecto que ellos
tenían por la casa de Dios los hacía añorar todo y no buscaban refugio en sus
propias casas que provisionalmente les habían dado los caldeos.
2.- Colgamos nuestras arpas: Salmo 137:2-4
●
No escondieron las arpas, sino
que las colgaron, para que pudieran tener siempre frente a sus ojos la memoria
de que un día sirvieron a Dios.
●
Ojalá que algún día hagan lo
mismo los que por un tiempo sirvieron a Dios.
●
Su Biblia, sus trajes, sus
corbatas, los libros cristianos que algún día llegó a comprar, sus sobres de
ofrenda que nunca llegó a usar y que ahora tiene que gastar más para mitigar su
miseria espiritual.
●
No permitieron usar los
instrumentos que un día usaron para Alabar a Dios y que sus escarnecedores y
burladores querían que los entretuviran con música.
●
Sabían que esos instrumentos
servirían única y exclusivamente para Adorar a Dios.
3.- Si me olvidare de tí: Salmo 137:5-6
●
Ellos decidieron
voluntariamente hacer un trato solemne con Dios
●
Que si el día que ellos
dejaran de alabar, bendecir y servir a Dios, se comprometían a que Dios tomara
medidas Fuertes contra sus vidas
●
Que su mano derecha perdiera
toda habilidad – Que su lengua se pegara a su paladar, eso significa ya no
hablar, mucho menos cantar o predicar.
●
Habían tomado en serio que
nada era de más alta estima para ellos, que nada ni nadie ocupaba un lugar preferente, en sus vidas como la
casa de Dios.
●
La casa de Dios era el UNICO
lugar en las vidas de ellos que era la causa de su total alegría. 1 Crónicas 29:3
NUNCA SE OLVIDE DE SU
IGLESIA – NUNCA DEJE DE AMAR A SU IGLESIA!