Sermón # 1529
Domingo 16 de Diciembre del 2018 – pm.
Por Rev. Carlos
Navarro – Pastor
Título: “Nunca le
digas NO a Dios”
Texto:
Proverbios 1:23-28
Introducción:
He aprendido que
hay dos cosas que el hombre jamás debe decirle a Dios; porque si le dice NO, de
una manera indefectible tendrá que enfrentar consecuencias.
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A DIOS NO SE LE DICE NO
-
A DIOS NO SE LE DICE ESPERA
A través de la
Biblia nosotros encontramos docenas de casos y de historias en las cuales hubo
hombre y mujeres que lo hicieron y la reprensión de Dios no se hizo esperar.
Piense en un
momento en la historia de:
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LOS RUBENITAS Y LOS GADITAS
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FARAON
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10 DE LOS 12 ESPIAS
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JONAS
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BARAC
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DAVID
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LOS INVITADOS A LA GRAN FIESTA
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Y Muchos más!!!
Se podría hacer
un sermón sobre cada uno de estos ejemplos, pero ante una audiencia que con tan
poco entiende, dejamos de ilustrar y entramos en directo al sermón de esta
noche.
1.- Si Dios le llama a Salvación: Proverbios 1:23-28
Ø Dios hace un llamado, nuestro deber
es responder
Ø Se puede decir que SI y vienen
beneficios
Ø Se puede decir que NO y vienen
consecuencias
Ø Decir que NO conduce a un juicio
Seguro, inevitable e ineludible.
Ø No habrá lágrima que valga después
de NEGARSE ANTE DIOS.
Ø Un consejo de Pastor, de amigo, de Cristiano,
de predicador.
Ø Si el evangelio no le gusta, no le
convence o no le atrae, por su bien le digo:
NO LO CRITIQUE!!!
2.- Si Dios le llama a Apartarse: 2 Samuel 2:17-23
Ø Puede que Dios le diga que se aparte
por medio de Su Palabra
Ø Es posible también que lo haga por
medio de personas y por medio de circunstancias.
Ø Apartarse de personas que lo
estorbarán en su vida como creyente.
Ø Apartarse de situaciones que a la
postre lo enredarán
Ø Apartarse de hábitos que no le
ayuadarán en su experiencia con Dios. Proverbios 3:7
3.- Si Dios le llama a Servirle: Daniel 3:28
Ø Tenemos dos opciones, una es servir
a Dios y la otra es servir al enemigo.
Ø Si Dios le llama a Servirle, nunca
la diga NO
Ø No deje que Dios escoja a otro
Ø No deje regale su bendición a otro
Ø Considerese en un privilegiado que
Dios le haya escogido a usted en primer lugar
Ø No desestime, no sea indiferente, no
neglija, no menosprecie la oportunidad que Dios le da; quizá nunca más lo
vuelva a hacer.